El desafío ambiental

El desafío ambiental

Un gran cambio en la mentalidad, que se da principalmente en la juventud, es la consciencia sobre los grandes y duraderos efectos de la actividad humana en nuestro planeta.
Desde que, en la primera mitad del siglo XX, Charles Elton investigó las fluctuaciones de las poblaciones de animales en ecosistemas acotados, hasta la actualidad, tenemos conocimientos cada vez más claros sobre cómo estamos impactando el medio en que estamos insertos… y sobre las graves consecuencias de este impacto: cambio climático, escasez, extinción de especies.

Sin embargo, la tecnología, producción y vida actuales no progresan a la velocidad que se espera, para resolver esta situación.

Para avanzar en la resolución de la gran problemática ambiental, debemos partir reconociendo que, ninguna empresa “es una isla, completa de por sí”. Reconocemos en el estudio de la ecología que el número y el accionar de una especie afecta a otras. Y en el ecosistema económico y productivo, es lo mismo. 

Ninguna empresa o institución puede llegar a eliminar totalmente su huella en el medio ambiente por sí sola. Por ejemplo, una empresa puede estar haciendo grandes avances en reducir sus desechos. No obstante, no puede eliminar el uso de elementos de protección personal, por motivos obvio, de que son necesarios moral y legalmente para la protección de trabajadores. Estos elementos de protección personal suelen tener fecha de caducidad. Y mientras los productores de dichos elementos no cuenten con planes de mitigación (sea reciclaje, biodegradabilidad u otros), las empresas constructoras, eléctricas, agrícolas y tantas otras no podrán ser completamente circulares. Seguirán generando desechos.

Por otro lado, a pesar del clamor del consumidor, se nota una inconsistencia con su comportamiento: el mismo consumidor que reclama por un cuidado al medio ambiente, puede estar adquiriendo productos de baja calidad y corta vida útil, por privilegiar el precio. Una prueba: el impresionante aumento de supermercados chinos. Además, se observa que el consumismo sigue al alza: en cuanto a vestuario, las ventas de ropas nuevas han ido creciendo constantemente en el tiempo. Datos de 2021 de  ICEX indicaban que en 5 años el chileno promedio había pasado de comprar 13 prendas nuevas al año a 50.

Siendo optimistas, creemos que también las acciones positivas en pro del medio ambiente irán creciendo e impactando de buena manera a los demás actores del mercado.
Como Heitmann Ingeniería, estamos trabajando para reducir nuestro impacto al medio ambiente:
– contratamos revalorización de desechos industriales
– reciclamos interna y externamente 
– hacemos compras planificadas para reducir contaminación de transporte y uso de plásticos
creamos productos durables y de calidad
– y estamos constantemente analizando qué hacer para convertirnos en una empresa más verde.

Estamos contribuyendo con nuestro granito de arena. ¿Y tú?

¿Tienes alguna sugerencia o comentario? Contáctanos para más información.

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